Después de haberles contado a los niños sobre la separación o el divorcio, mantenga las líneas de comunicación abiertas con ellos. He aquí algunos consejos sobre cómo hacerlo.
Programe oportunidades para hablar
Aliente la conversación
Haga todo lo posible por mantener un diálogo constante entre usted y sus hijos. Una de las mejores maneras de hacerlo es conversar con ellos sobre las cosas que hacen cotidianamente. Si todas las conversaciones son sobre la separación y el divorcio, muy pronto comenzarán a evitarlas.
Para alentar la conversación con sus hijos, elija frases o preguntas que no se puedan contestar simplemente con un sí o un no. Por ejemplo: "¿Qué has hecho en la escuela hoy?” o “¿Por qué no hablamos sobre lo que vamos a hacer este fin de semana?”, para comenzar una conversación.
He aquí algunos consejos:
Escuche lo que le digan
Aliéntelos a que hagan preguntas
Responda a sus preguntas
Durante el proceso de separación o divorcio, o quizás meses o hasta años más tarde, sus hijos pueden llegar a hacerle preguntas difíciles de contestar. No evite una pregunta ni le dé a sus hijos una respuesta engañosa; si tuvieron el coraje de hacer la pregunta, trate de tener el coraje para responder. Si no puede responder, sea honesto: dígales que no sabe o que todavía no ha tomado una decisión.
Para obtener más información sobre cómo responder a las preguntas de sus hijos sobre la separación o el divorcio, lea Cómo responder a las preguntas de los hijos.
En las secciones ¡No te quedes callado! de la guía para niños y la guía para adolescentes, se alienta a los niños a que se expresen: que hablen sobre sus sentimientos, les hagan preguntas a los padres y les digan a sus padres cuando hay algo que les preocupa.
Si está preocupado porque su hijo está cada vez más retraído y no está dispuesto a comunicarse con usted desde que se enteró de la separación o el divorcio, hable con su médico de familia.