Es muy común que los adolescentes crean que han sido la causa de la separación de sus padres. Es posible que te preguntes cosas como: “¿Fue algo que hice?” o “¿Es mi culpa?” O tal vez pienses: “Esto no habría pasado si no hubiera discutido tanto, o hubiera sacado mejores notas en la escuela, o…”
Si te estás haciendo este tipo de preguntas, ¡para! No es tu culpa.
Recuerda: Los padres se separan debido a problemas en su relación. Ellos son los responsables por su separación, no tú.