La mayoría de los padres se separan solo después de haber hecho un gran esfuerzo para salvar su relación. En general, su decisión de separarse o divorciarse es final. Algunos adolescentes esperan y creen que si tratan de portarse lo mejor posible podrán lograr que sus padres se vuelvan a juntar. Sin embargo, es poco probable que este plan funcione, porque la decisión de los padres de separarse no tiene nada que ver con ellos. Además de sugerir a tus padres que vayan a ver a un terapeuta matrimonial, si aún no lo han hecho, lo mejor que puedes hacer es comenzar a aceptar la situación para poder seguir adelante con tu vida.