Algunos padres no están casados. Deciden vivir juntos sin casarse.
Cuando los padres que no están casados dejan de vivir juntos, no es necesario que se divorcien, porque no hay un matrimonio para terminar. Pero tienen que decidir lo que ocurrirá con sus hijos y cómo se repartirán sus bienes.
Las leyes de custodia y horario de crianza o visitación, o sea con quién van a vivir los hijos cuando los padres se separan, son las mismas para los padres que están casados como para aquellos que viven juntos pero no están casados.
Pero las leyes sobre cómo repartirse las cosas que tienen en común no son las mismas.