Violencia en las relaciones románticas

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Los hechos: La violencia en las relaciones románticas es cualquier tipo de maltrato, ya sea físico, sexual o emocional, de un miembro de una pareja por la otra. (Ve las definiciones de maltrato en "¿Maltrato en tu casa?”.) Pueden ocurrir muchos tipos de actos dañinos en las relaciones románticas, aparte de la violencia física y la violación. Todas las formas de maltrato son dañinas y hay que tomarlas con seriedad.

Signos de advertencia Puedes estar experimentando violencia en las relaciones románticas si tu pareja:

  • Te asusta.
  • Trata de controlarte con órdenes y amenazas.
  • Es celoso, posesivo y/o sospechoso, y no le gusta que pases tiempo con tus familiares y amigos.
  • Te avergüenza, insulta y critica.
  • Es violento.
  • Te presiona para tener relaciones sexuales y/o para hacer cosas que te hacen sentir incómodo; abusa de alcohol y/o drogas, y te presiona para que tú hagas lo mismo.
  • Te culpa por el maltrato que te impone.
  • Tiene antecedentes de malas relaciones y siempre le echa la culpa a la otra persona por lo que pasó.
  • Te hace sentir que mereces ser tratado de esa manera.

Obtén ayuda Si reconoces cualquiera de los signos de advertencia de violencia en tu relación, busca ayuda:

  • Habla con tu consejero escolar, tu médico de familia u otro adulto de confianza. Pídele que te ayude a encontrar a un terapeuta o un programa en tu comunidad que pueda ayudarte.
  • Ponte en contacto con el centro de violaciones o violencia sexual de tu comunidad.

Q & A

Q:
¿Tengo que tomar partido, o elegir a un padre en vez del otro?
A:

No, no tienes que tomar partido. Tienes el derecho de amar y ser amado por ambos padres. Si te sientes presionado para tomar partido y te sientes atrapado en el medio de los problemas de tus padres, díselo. Ellos también pueden estar tan enfrascados en sus propios problemas que ni siquiera se den cuenta de lo que están haciendo, y cuando se percaten dejarán de hacerlo.

Q:
Realmente creo que necesito un poco de ayuda para lidiar con esto. ¿A quién le puedo pedir ayuda?
A:

Hay mucha gente alrededor tuyo que te puede ayudar. Habla con tus padres, tu consejero escolar, tu médico de familia u otro adulto de confianza. Si ellos no te pueden aconsejar directamente, te proporcionarán remisiones a personas que sí podrán.. Y si no estás recibiendo la ayuda que necesitas, sigue pidiéndola hasta que la recibas.

Q:
¿Quién decidirá con quién voy a vivir? ¿Se tendrá en cuenta mi opinión?
A:

En algunos casos, tus padres tomarán entre ellos las decisones sobre con quién vivirás y cómo funcionará la situación. Si no pueden decidir por sí mismos, quizás vayan a ver a un mediador para que les ayude a llegar a un acuerdo. O tal vez tengan que ir a la corte para que un juez tome las decisiones. Ya sea que tus padres tomen las decisiones sobre custodia y horario de crianza (visitación) por sí mismos o con la ayuda de un mediador o juez, se tendrá en cuenta tu opinión.

Q:
Cuál es la diferencia entre separación y divorcio?
A:

Cuando dos personas han estado viviendo juntas y deciden que ya no quieren vivir juntas, están separadas. Cuando los padres que se separan están casados, su matrimonio todavía no se ha terminado. Para poder terminar un matrimonio legalmente, tienen que obtener un divorcio. Las parejas que no se han casado no tienen que obtener un divorcio, porque no hay que terminar ningún matrimonio. Pero es posible que aun así tengan que ir a la corte para tomar decisiones sobre el horario de crianza y cómo repartir los bienes que tienen en común.

Q:
¿Puedo hacer algo para que mis padres vuelvan a estar juntos?
A:

La mayoría de los padres se separan solo después de haber hecho un gran esfuerzo para salvar su relación. En general, su decisión de separarse o divorciarse es final. Algunos adolescentes esperan y creen que si tratan de portarse lo mejor posible podrán lograr que sus padres se vuelvan a juntar. Sin embargo, es poco probable que este plan funcione, porque la decisión de los padres de separarse no tiene nada que ver con ellos. Además de sugerir a tus padres que vayan a ver a un terapeuta matrimonial, si aún no lo han hecho, lo mejor que puedes hacer es comenzar a aceptar la situación para poder seguir adelante con tu vida.