Relaciones saludables y abusivas

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En una relación saludable, los miembros de la pareja:

  • se escuchan
  • tienen en cuenta los pensamientos y sentimientos del otro
  • se respetan, confían y respaldan el uno al otro
  • reconocen los puntos fuertes y logros del otro
  • respetan la cultura del otro
  • deciden juntos si van a tener relaciones sexuales, y cuándo
  • se sienten seguros uno con el otro, tanto cuando están solos como con otros
  • gozan del tiempo que pasan juntos, tanto solos como acompañados
  • se alientan uno al otro a pasar tiempo con amigos y familiares cuando quieren sentirse bien y cuidarse a sí mismos.

En una relación abusiva, una persona puede:

  • no tomar en cuenta los sentimientos y deseos de la otra persona
  • no hacer caso a la otra persona o fingir no escucharla
  • insultar a la otra persona
  • criticar a la otra persona por la manera en que viste, habla, camina, baila, etc.
  • ponerse celosa cuando la otra persona está con otros hombres o mujeres
  • tener sospechas sobre las actividades de la otra persona todo el tiempo
  • controlar a la otra persona con amenazas
  • controlar cuánto tiempo pasa la otra persona con amigos y familiares
  • avergonzar o burlarse de la otra persona de manera fea
  • hacerle bromas pesadas a la otra persona
  • revelar los secretos de la otra persona
  • portarse mejor cuando está a solas con la otra persona que cuando están con amigos
  • ponerse de malas cuando la otra persona no hace lo que quiere, o amenazar con suicidarse
  • alentar o presionar a la otra persona para que haga cosas que la hagan sentir incómoda
  • enojarse y usar amenazas y/o violencia para conseguir lo que quiere
  • no respetar los límites de la otra persona sobre actividades sexuales
  • empujar o golpear a la otra persona
  • tomar o destruir las pertenencias de la otra persona
  • lastimar, o amenazar con lastimar, la mascota de la otra persona.

¿Reconoces que tú le haces algunas de estas cosas a tu pareja, o que tu pareja te las hace a ti? De ser así, puedes estar en una relación abusiva.

Ya sea que tú abuses a la otra persona, o viceversa, busca ayuda.

Habla con tu consejero escolar, tu doctor u otro adulto de confianza. Pídele que te ayude a encontrar a un terapeuta o un programa en tu comunidad que pueda ayudarte.

Ponte en contacto con el centro de violaciones o agravio sexual de tu comunidad.

Q & A

Q:
¿Quién decidirá con quién voy a vivir? ¿Se tendrá en cuenta mi opinión?
A:

En algunos casos, tus padres tomarán entre ellos las decisones sobre con quién vivirás y cómo funcionará la situación. Si no pueden decidir por sí mismos, quizás vayan a ver a un mediador para que les ayude a llegar a un acuerdo. O tal vez tengan que ir a la corte para que un juez tome las decisiones. Ya sea que tus padres tomen las decisiones sobre custodia y horario de crianza (visitación) por sí mismos o con la ayuda de un mediador o juez, se tendrá en cuenta tu opinión.

Q:
Estoy muy enfadado y confundido sobre la separación de mis padres. ¿Eso es normal?
A:

La separación de tus padres puede llegar a ser la cosa más difícil con la que has tenido que lidiar. Así que es natural – y completamente normal – que experimentes algunas emociones intensas. Con el tiempo te sentirás mejor. Hay muchas cosas que te ayudarán a sentirte mejor, y hay personas que te pueden ayudar si lo necesitas.

Q:
Tengo tantas preguntas sobre por qué ocurrió esto y qué va a ocurrir en el futuro. ¿Cuánto puedo preguntarles a mis padres?
A:

Si hay algo que necesitas saber, pregunta. Tienes derecho a hacer preguntas sobre lo que está ocurriendo y por qué. Si bien tienes que respetar el derecho de privacidad de tus padres, ellos tienen la responsabilidad de responder de la mejor manera posible a tus preguntas sobre las cosas que te afectan en forma directa.

Q:
Si mis padres se divorcian, ¿a mí me va a pasar lo mismo?
A:

Muchos adolescentes cuyos padres se separan se sienten ansiosos sobre sus propias relaciones en el futuro. Pero solo porque tus padres se están separando, no quiere decir que a ti te ocurrirá lo mismo. Puedes aprender de sus errores. ¡Lo que pase en tus relaciones dependerá de ti, no de tus padres!

Q:
¿Tengo que tomar partido, o elegir a un padre en vez del otro?
A:

No, no tienes que tomar partido. Tienes el derecho de amar y ser amado por ambos padres. Si te sientes presionado para tomar partido y te sientes atrapado en el medio de los problemas de tus padres, díselo. Ellos también pueden estar tan enfrascados en sus propios problemas que ni siquiera se den cuenta de lo que están haciendo, y cuando se percaten dejarán de hacerlo.