Si los sentimientos intensos que comenzaron cuando tus padres se separaron no desaparecen por mucho tiempo y están interfiriendo con las cosas normales que haces en tu vida, pide ayuda. Si te sientes deprimido, tienes problemas para manejar el enojo, sientes ansiedad extrema, tienes pensamientos sobre hacerte daño a ti mismo o escaparte, o simplemente notas una sensación de falta de control, puedes y debes buscar ayuda.
Diles a tus padres, al maestro, consejero u otro adulto de confianza que quieres hablar con alguien que te pueda ayudar. Y si no estás recibiendo la ayuda que necesitas, sigue pidiéndola hasta que la recibas.